¡LA GLORIA DE DIOS AL FRENTE!

Colosenses 1:28-29 (NVI) «A este Cristo proclamamos, aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todos los seres humanos, para presentarlos a todos perfectos en él. Con este fin trabajo y lucho fortalecido por el poder de Cristo que obra en mí».

El Apóstol Pablo fue sobrenaturalmente fortalecido para llevar a cabo su misión por Cristo mientras «contendía arduamente» por el propósito de Dios al mantener la gloria de Dios al frente de sus motivaciones. Verdaderamente, el mayor motivo para servir a Dios es el deseo de agradarle y el amar a Jesucristo es el único motivo que soportará la prueba del tiempo. El camino de la vida viene con buenos y malos momentos y nadie dependiendo solamente de la fuerza natural o talentos humanos puede soportarlos a menos de que haya sido fortalecido desde lo alto.

Uno podría mostrar un gran celo por Dios como resultado de una mera convicción, pero cuando los aguijones, el fuego y las vicisitudes de la vida llegan, el celo inestable pronto será oprimido. Se requiere de una fortaleza sobrenatural para mantener nuestros corazones estables frente a los altibajos de la vida; no desbordarse por las alabanzas de los hombres o abrumarse por la persecución de los hombres. Nuestra relación con Dios debe de ser el principio por el cual actuamos y el fin por el cual aspiramos. En otras palabras, ¡mantén a Jesús en el centro de tu vida! Sí, los desafíos vendrán pero habrá fortaleza para que puedas enfrentarlos. Sí, la tentación vendrá, pero habrá gracia para vencerla. Habrá una dotación sobrenatural para lograr la asignación que Dios te haya dado, ¡para Su gloria!

ORACIÓN: Cualquiera que sea la barrera que esté en medio de tu corazón y el Espíritu Santo – ordeno que sea removida, ¡en el poderoso nombre de Jesucristo!

¡HABLA LO QUE CREES!
¡DÉJALE EL JUICIO A DIOS!