Éxodo 6:9 – «De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre».
Lo que Moisés estaba hablando a los israelitas eran buenas noticias; que Dios los libraría de su esclavitud en Egipto y los llevaría a la tierra prometida. Sin embargo, el pueblo no lo escuchó debido a que estaban desalentados, contemplando solamente su condición en lo natural. Ciertamente, la situación ocurrente parecía empeorar porque el Faraón había aumentado su carga de trabajo.
¿Cuál es la lección para nosotros como creyentes? En el curso de nuestro viaje, ¡los desafíos en definitiva llegarán! ! De hecho, cuando Dios viene con una enorme bendición para ti, una de las primeras señales que recibirás son los ataques, pues son los informantes de la promoción. Nosotros no debemos permitir que estos desafíos nos abrumen hasta el punto en el que caigamos en el desaliento.
Un corazón desalentado no puede ser sensible para escuchar lo que Dios esté diciendo acerca de la situación. Porque cuando estás desalentado, contemplarás la vida a través de los lentes de tus circunstancias. Recuerda las palabras del Profeta T.B. Joshua: «Dios no puede usar a un siervo desalentado». Por lo tanto, no importa lo que estés atravesando, mira tus desafíos como una razón para depender de Dios, ¡sabiendo que más allá de ese desafió reside la promoción Divina!
ORACIÓN: Oh Señor, ¡no puedo seguir sin Ti! ¡Muéstrate más fuerte en mi vida! ¡Libérame hacia mi futuro Divino, ¡en el nombre de Jesús!